La nueva ola rumana

La llamada “Nueva ola rumana” fue una corriente cinematorafica que surgió en Rumania en el año 2004 , cuando el corto “Trafic” dirigido por Cătălin Mitulescu, gana la Palma de oro en el “Festival de Cannes” al “Mejor cortometraje”. Desde ese momento se engloba de forma general, una nueva era en el cine rumano, con numerosas películas de calidad y reconocidas a nivel internacional.

Este esta nueva etapa nace con el fin del régimen totalitario, y da pie a explorar temas como la libertad, la vida y la capacidad de resistencia durante el régimen.

Para un cine como el europeo se necesita una constante renovación y la llegada de países con menor tradición fílmica es una bendición, Rumania nunca había destacado por sus producciones cinematográficas y aparece una serie de directores y se convierten rápidamente en referencia dentro del circulo de festivales del viejo continente con la aparición y reconocimiento de jóvenes cineastas que marcan un antes y un después en la historia del cine del país. Creadores, cineastas, actores y actrices de Rumania se convierten en asistentes y participantes frecuentes de festivales como el de Cannes, donde la prensa especializada empezó a fijarse y alabar las películas rumanas.

El auge llegaría cuando el director Cristian Mungiu recogería “La Palma de oro” en el “Festival de Cannes” del 2007 por su película “Cuatro meses, tres semanas, y dos días”.

La estética de las películas

Estéticamente estas películas están unidas por un estilo austero, realizado de forma minimalista y con la realidad como única musa, además existe un componente de humor negro en el guion. Pero una de las razones principales de este cine seria una intención tremenda y especifica por buscar la verdad.  

La influencia de la “Nueva ola rumana” es el Cinema Verite, con cámara al hombro, nerviosa que no busca la imagen sea bonita, ni artificiosa y no se una música extradiegética. También se vio influenciado por las películas de Rossellini que buscaba en el cine la ficción y la realidad, como del Cine Dogma de los 90.

Las películas se pueden dividir en dos bloques:

1-La época de la dictadura de Nicolae Ceausescu y el fin del régimen totalitario, la mayor representante es la película “Cuatro meses, tres semanas y dos días” donde se explora temas como la falta de libertad, el resilencio, la capacidad de resistencia de la sociedad o individual que Rumania experimenta en relación al régimen comunista, una exploración de temas tabús y problemas de la sociedad rumana de entonces.

2-La Rumania post-comunista, representada por la película “La muerte del Sr. Lazarescu” en un contexto de la un país moderno y contemporáneo, post-comunista resultado de la revolución de 1989 y nos muestra un país actual con todas sus consecuencias.

La nueva ola del cine rumano, es un movimiento negado por sus integrantes, siendo una de las corrientes más fuertes del panorama autoral. El director Cris Puiu declaro “A los cineastas se nos recibió, como monos que saben hacer algo”.

“4 meses, 3 semanas y 2 días”

Drama del 2007 escrito y dirigido por Cristian Mungiu y ambientada en los últimos años del comunismo en Rusia que narra los problemas de dos estudiantes, la cual una de ellas se enfrenta a un embarazo no deseado, en una época que el aborto estaba prohíbo por la ley.

El objetivo es de habla del periodo comunista, a través de la historia de dos personas que lo vivieron, Mungiu crea en escena lo que llama el anti melodrama por excelencia un drama sin música que evita los recursos emotivos.

Destaca las actuaciones desgarradoras de Anamaria Marinca y Laura Vasiliu, pero es la actuación sobrecogedora de Marinca quien carga el peso en sus hombros de la película.

La historia narra las situaciones de dos jóvenes estudiantes ante el hecho de realizar un aborto, una práctica ilegal en aquel entonces en Rumania, tendrán que pasar por constantes preguntas, sobornos, desconfianza y el miedo, con esto el director consiguió sin necesidad de hacer referencia al régimen de Ceausescu un retrato global de esa época. Las sensaciones opresivas de las dos jóvenes es el reflejo en el conjunto de la sociedad. A pesar de ser un relato de denuncia social su autentico tema central es el miedo colectivo que supone la falta de libertad. 

Mungi crea una aterradora y brutal obra maestra con una historia implacable y violenta con una estética miserable de la Rumania de 1982, el Bucarest de la época como telón de fondo no es casual y la cámara es manejada consiguiendo que tenga una identidad propia.

El director logra transmitir la angustia y desesperación de las protagonistas con simpleza de forma sutil y minimalista, logrando planos estáticos, largos y con pocos cortes, además en una historia sobre la dictadura en la que en ningún momento se menciona que hay una dictadura.

Mungiu logra los efectos que el Dogma intento hacer, como no contar con efectos, música, trucaje, ni sets, cámara en mano y sonido directo, filmando de forma desnuda y áspera.

La película gana “La Palma de oro” en el “Festival de Cannes” lo que permitió una amplia difusión de un film procedente de una cinematografía de escasa presencia en Europa como era la rumana.

"La muerte del Sr. Lazarescu"

Comedia negra y drama rumano del 2005 dirigida por Cristi Puiu, nuevamente una película rumana es aclamada por la crítica tanto en festivales de cine, como ganando numerosos premios y un lanzamiento más amplio del Nuevo cine rumano, aunque no le fue muy bien en la taquilla internacional. Calificada como “el gran descubrimiento” del “Festival de Cannes”.

La película trata de la burocracia alienada de los órganos público, concretamente en el apartado de la sanidad, reflejado en la travesía del Sr. Lazarescu cuya vida se va apagando, frente a la indiferencia y la burocracia, mientras viaja en camilla de hospital en hospital y prueba y prueba hasta morir.

Los servicios de urgencias son escenarios especialmente complejos, para dar atención a los pacientes y un lugar donde existe la posibilidad de vulnerar los derechos y producir más daño , allí los profesionales de la salud deben de tomar decisiones importante con pacientes en estado de total vulnerabilidad , además de no contar con toda la información clínica requerida, los tiempos de espera , la saturación y este es el escenario de la película de Puiu un escenario de atención de urgencia.

Puede ser un film incomodo por sus situaciones sórdidas o desoladoras, pues resulta una historia sombría y agobiante, magníficamente realizada con cámaras al hombro y la interpretación de Ioan Fiscuteanu, quien hace vivir al espectador en carne propia la sensación de abandono.

Para el director Puiu el ritmo lento era necesario y eficaz para apoyar la historia, llegando a la verosimilitud que hace que nos preguntemos, si es un documental con cámara oculta. Resulta más un docu-drama donde se hiperrealdad es sorprendente al mostrar los días de una persona moribunda en plena saturación sanitaria.

En el trabajo actoral destaca el protagonista Ioan Fiscuteanu, y su abandono y el sensacional papel de enfermera de Luminita Gheorghiu , un personaje abnegado, amante de su profesión y muy humana que no duda en enfrentarse contra el sistema.

Contada en tiempo real, cámara en mano y largos planos secuencia, donde resulta escalofriante la indiferencia con respecto al sufrimiento del prójimo.

Puiu rueda con lentitud que contrasta con las clásicas series de televisión y pinta un mundo de urgencias medicas, presentadas en un ambiente documental y realista.

La mirada del hijo (Madre e hijo)

Drama claustrofóbico dirigido por Calin Peter Netzar , el notable guion de Razvan Radulescu potente y una afilada critica a los nuevos ricos de Rumania , lleno de agudos diálogos. La película habla de un fenómeno cada vez más actual la sobreprotección de una madre invasiva que acaba por generar verdaderos monstruos, seres inmaduros e incapaces de aportar amor.

Una nueva muestra de la calidad y grandeza del cine rumano que sigue el camino del director Mungiu de “Cuatro meses, tres semanas y dos días”.

Cornelia interpretado por Luminita Gheorghiu forma parte de la clase burguesa rumana de la ciudad de Bucarest, tiene un gran problema su único hijo, este atropella y mata a un niño de un pueblo, que trae el desencadenar de los rencores de esta madre acaparadora y absorbente y todo los esfuerzos que realizara para minimizar el asunto de su hijo que en verdad la odia. Es la historia de una mujer exitosa pero que ha fracasado como madre de un hijo inmaduro que la odia.

Pero el retrato de madre extrema y emocional es en si una denuncia de la corrupción institucional , una radiografía de la sociedad rumana , la debilidad de la trama judicial, la vida de los nuevos ricos, la corrupción institucional publica retratada en una madre egoísta y posesiva.

Se pueden ver distintas situaciones de sobornos cotidianos y aceptados hasta casi pasar inadvertidos, la diferencia de clases sociales es recurrente con el vestuario sutil y eficaz necesario para cada momento. Una actual denuncia de la situación actual de Rumania donde el poder de los nuevos ricos pueden comprar todas las instituciones del estado.  

Uno de los grandes aciertos de la película, es el uso del silencio en la primera parte hay mucho ruido, tras la noticia del accidente, pero en la segunda parte empieza los silencios y la mirada.

La música audaz recrea el mundo de la clase media-alta a la que pertenece el personaje de Cornelia, el director se inspiro en su propia madre y las canciones italianas de Gianna Nannini que escuchaban sus padres en los años 80, que acompañan el estado de ánimo de los personajes y emocionan al espectador. Pero no solo es la música sino el director extrae otros recursos como la lluvia para los momentos más tristes que lo extrae de la tragedia más clásica o el melodrama.

Los personajes casi nunca ríen, aumentando la tensión de la historia, junto a una monotonía de colores, atmosfera asfixiante y un estilo de cámara que nos puede llegar a recordar los films del “Dogma 95”, con toda la intensidad de captar la realidad, algunas escenas parecen rodadas como videos caseros rozando el documental para dotarlo de gran intensidad dramática.

Las mujeres son las protagonistas tienen personalidades fuertes, mientras los hombres no tienen palabra en las decisiones importantes de la historia. Aunque era un guion seguro es la interpretación brillante de Luminita Gheorghiu quien refuerza la película con un personaje sin concesiones, áspero y contundente.

La película resulto ganadora del “Oso de oro” en el “Festival de Berlín”.

Aurora, un asesino muy común

Drama dirigido por Cristi Puiu en el 2010 quien planea llevar la etiqueta de “seis películas sobre los suburbios de Bucarest”, como una especie de homenaje a los “Seis cuentos morales” de Eric Rohmer.

Viorel (interpretado por el propio director) está sumergido en una profunda crisis, aunque aparenta ser un tipo normal, se divorcia de su mujer, abandona a sus dos hijos y deja su trabajo en una fábrica. Se convierte en un hombre solitario incapaz de encontrar una razón de existir, decepcionado y lleno de ira que estallara en una forma de violencia, planea el suicidio pero esta furia tomara un nuevo objetivo.

Deambula por Bucarest en posesión de un rifle de caza convertido en un despiadado asesino deambula en medio de un ambiente frio, inhóspito, donde intenta superar sus angustias e inseguridades.

Cristi Puiu tras su trabajo “La muerte del Sr. Lazaresco”, narra la desgracia de un hombre convertido por la depresión en un asesino.

La película tiene todas las características de la “Nueva ola rumana” con largos planos secuencia, escasas conversaciones, altas dosis de realismo, y con el director Puiu interpretado al protagonista un individuo atormentado de una vida gris, sin afecto convertido en un psicópata de personalidad enfermiza con una actuación que fue muy alabada.

Es el deambular por ambientes lúgubres y suburbios de Bucarest, que el director sigue en forma obsesiva, crea estados de ánimos con las escenas, y ángulos perturbadores de las vías de trenes, las calles de la ciudad, los callejones suburbanos y pasillos de apartamentos.

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