La mujer sin cabeza / Lucrecia Martel



Película dirigida y escrita por Lucrecia Martel, quien crea un teatro de sombras, dudas, miedos y fantasmas, para muchos Martel es no solo una de las mejores cineastas de Argentina sino toda una renovadora de la cinematografía latinoamericana, Martel trabajo junto a la actriz María Onetto una intérprete curtida en el circulo teatral, quien atrajo a la directora por la manera misteriosa que aborda a sus personajes.

Verónica una mujer rubia odontóloga, de clase media viaja por la carretera secundaria atropella algo o alguien, sin saber si es una persona o un animal se aleja, decide huir de la realidad y de lo que ha pasado, tratando de aparentar la calma, se mantiene en constante estado de shock, sufre un extraño desajuste emocional entre lo que pasa a su alrededor, está completamente despersonalizada, mas tarde se teñirá de morena.  


El proceso de despersonalización


Verónica la protagonista ve como todo el mundo que ha construido a su alrededor comienza a derrumbarse y tornarse inexplicablemente en un infierno, debido al accidente del cual no sabe qué ha pasado, empieza a considerarse un ser extraño y misterioso oculta su estado confuso, frágil sufriendo de una disociación de toda realidad. El tema del desplazamiento y amputación de una parte del cuerpo resulto todo una novedad , Lucrecia Martel experimenta con la situación de una cabeza que ya empieza actuar con independencia a su cuerpo y del mundo, debido a mecanismos de defensa que se activan ante una situación límite, donde todas las rutinas de la vida diaria resultan ajenas.


La técnica de Martel



La película tiene como tema central la negación y con un estilo muy propio, la acumulación de momentos son los que aparece no ocurrir nada, algo que no se sabe si ocurrió o no, pero está ocurriendo, se dice que en la película no pasa nada y no lo es, pasa de todo pero Martel hace que todo permanezca siempre en la sombra, fuera de campo “Martel sugiere sin mostrar”

Esta “crónica de miedo” y “estado de confusión mental visualmente juega con el fuera de campo, los desenfoques y los sonidos lejanos, la directora crea tensión con lo cotidiano y la cercanía pero de una mente alterada. Martel muestra toda su habilidad extraordinaria para crear situaciones angustiosas y tensión abrumadora.

La posición del lente, el desenfoque, la falta de información, y el fuera de campo son juegos muy bien utilizados por la directora, de poca acción y de mucha observación se describe una crisis post traumática.




El rodaje en Salta


Rodada íntegramente en la provincia de Salta, una localidad al norte de Argentina donde existe la creencia de que cuando se produce una experiencia traumática el alma sale del cuerpo y hay que curar el susto, para que el alma retorne.

La película puede recordar como punto de partida el cine de Antonioni pero con unos fines diferentes, pero Martel hablo de dos grandes influencias en su película “El carnaval de las almas” 1962 y “La noche de los muertos vivientes” una de sus películas preferidas, por eso decide crear a Verónica como una muerte viviente.


Tanto Martel como la actriz María Onetto analizan el personaje y querían evitar la idea de amnesia, por lo que recae sobre el personaje es algo muy diferente a una amnesia, reconoce el universo y lo que la rodea, pero pierde la noción del vinculo de las cosas, de sus familiares, su vida se ha convertido en una ausencia constante porque su mundo a colapsado.

Junto a Onetto en el reparto aparecen actores profesionales y no profesionales que representan, el día a día de Verónica y su familia. Pero no todo es un estado de shock aparecen también temas sociales como la diferencias de clases.


Para Martel “La mujer sin cabeza”, supuso una renovación total del cine latinoamericano, pero que no era suficiente para reforzar la industria que se encuentra en una posición marginal frente al dominio norteamericano y los canales de distribución y exhibición.

Pedro Almodóvar que admiraba el trabajo de la directora apoyo su nueva película atreves de su productora “El Deseo” el director manchego apoya a muchos autores latinoamericanos para la renovación cinematográfica.