ANOTHER WOMEN
El director Woody Allen se pone serio, para hablar de un problema muy contemporáneo como es la soledad y la falta de personas a las que puedes confiar los propios problemas.
Nunca ha sido un secreto que Allen aprecie mas hacer tragedias, que comedias pese a estar dotado para el humor, pero siempre ha anhelado hacer obras “un gran drama” que lo puedan situar cerca a su admirado Bergman, lo intento en 1978 con “Interiores”, después llegaría en 1987 “Setiembre” un año después realizara una producción pequeña, intima y sutil como es “Otra mujer” una especie de versión femenina de “Fresas salvajes” de Bergman.
Pero de que nos habla Allen en esta historia, es un ejemplo de la llamada “crisis de la mediana edad” esa crisis que se sitúa entre los 40 y 50 años, que llevan a una persona a replantearse como ha sido hasta ese momento su vida. Es el caso de Marion que tiene en apariencia una vida perfecta, es una reconocida profesional de filosofía de una prestigiosa universidad y dispone de un año sabático para escribir un libro sobre filosofía existencial, casada con Ken ambos separados de un matrimonio anterior tiene una hija Laura con la que mantiene una excelente relación, además de una notable influencia rodeada de su círculo de intelectuales, entre fiesta y fiesta, cena y cena. Sin embargo su vida perfecta se verá removida cuando tras las rejillas de ventilación del estudio donde escribe su libro oye las voces de una joven con un psicoanalista.
Reparto de actrices
El papel central de Marion es interpretado por Gena Rowlands quien nos hace entenderla, compadecernos y arrepentirnos con ella. Gena recordada mayormente por sus películas del llamado “padre del cine independiente” John Cassavettes, donde recurría al realismo mas descarnado en sus películas.
Pero Allen la dirige de forma muy distinta de forma sutil, reservada en sus sentimientos y realiza todo un proceso dramático perfectamente expuesto, llevando todo el peso interpretativo de la historia. Mia Farrow tiene un papel secundario pero importante para la trama, junto a otra gran secundaria Sandy Dennis, en una corta actuación. Pero la película pertenece a una enorme Rowlands siempre pausada, dosificada, contenida y minimalista.
Estilo de Bergman
Como en sus anteriores dramas serios, Allen retoma un decorado vacio y triste, un inhóspito apartamento, que logra con la ayuda de Sven Nykvist el fotógrafo habitual de Bergman haciendo más evidente la admiración por la película “Fresas salvajes”.
Allen trata de plasmar en su paleta de colores la vida cotidiana de la ciudad de Nueva York en forma de envoltorio visual precioso en las escenas de interiores, donde acentúan los tonos pasteles, negros y dorados.
Película de ritmo pausado y reflexivo crea una magnifica reparto y una exquisita banda sonora con temas de Satie, Mahler y Bach.
Además de contar con la voz en off de Rowlands creando una narrativa poderosa y profunda psicología que por momentos expone terribles verdades, un dolor lacerar y una depresión inminente.
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